Fotografío poco. Sólo a gente que conozco mucho. Para crear algo, construir, y no extraer una foto de una situación. No salgo a la calle con mi cámara. En ese sentido, no soy muy afín a la fotografía documental.
Es una mirada que (como la mirada antropológica) implica extrañamiento y familiarización: acercarme mucho para poder convertirme en una presencia habitual, y desde allí pasar desapercibida. Estar ahí.
El tema del ensayo fotográfico son los mundos imaginarios que construyen los pacientes psicóticos en un hospital psiquiátrico. Para quienes viven en una institución cerrada como el Hospital Borda de la Ciudad de Buenos Aires, cuya conformación del espacio contribuye a la visibilidad de los cuerpos, la intimidad encuentra su lugar no ya en la ocultación física, sino en ciertos espacios que, al erigirse en el reino individual de las ideas y pensamientos, se tornan privados. Llamé a estos sitios lugares imaginarios, y sobre ellos trata este ensayo.
1º Premio Concurso "Lugares y Prácticas en el Trabajo de Campo" 2012
Los territorios privados de los pacientes que viven en un hospital psiquiátrico no existen físicamente como lugares apartados o rincones, sino que son inventados por ellos en sus ideas y pensamientos. En ellos, el mundo adquiere el sentido de inmensidad íntima: aun estando rodeados de personas, les es posible ubicarse fuera del entorno que los rodea y abstraerse. Dentro de esa inmensidad se erigen hitos espaciales que consisten en lugares a los que acuden en determinados momentos, entrando y saliendo alternativamente, en ocasiones sin necesidad de moverse físicamente.
La construcción de espacios de soledad no es exclusiva de los pacientes mentales, pero para las personas que se encuentran internadas, ciertamente cobra un sentido diferente, y una dimensión posiblemente mayor, debido a las restricciones y el constreñimiento que la vida allí implica. Estos sitios son lugares imaginarios, y las fotos los hacen visibles.
Las obras consisten en fotos tomadas en el Hospital Borda, unos retratos de internos en ciertos espacios que son marcados por ellos como sus lugares personales.
El lugar donde me encuentro con mis seres queridos
El historiador en su biblioteca
1º premio Concurso fotográfico “El Otro, los otros” Fundación Lebensohn dic. 2005
Dedicatoria de Ramón a Camila
Hola esta re lindo el blog
ResponderEliminarmira que bien yo tambien me llamo Camila Alvarez
y sueño con ser biologa asi que suerte con tu trabajo te deseo lo mejor del mundo y te lo digo enserio, bueno me voy chau.
muy buenos tus trabajos
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