CAMILA ALVAREZ

CAMILA ALVAREZ

*CAMILA*

Soy Camila, mujer, madre, pareja, antropóloga, fotógrafa.

Me gusta el horizonte, el mar, el río, el verde, los sonidos de la naturaleza, la música, las risas, el silencio. Intento comprender a las personas, aprender, ser feliz cada día.

Como antropóloga visual, mi manera de investigar es filmando y fotografiando aquello que me propongo conocer.

Me interesa con mi trabajo brindar herramientas a las personas para que puedan dar a conocer su mirada sobre ciertas problemáticas y a partir de allí comenzar a transformarlas.

Algunas fotos, algunos videos, algo de antropología, algunas reflexiones, sensaciones, vivencias.

Datos personales

Mi foto
Soy fotógrafa y antropóloga (UBA). Como fotógrafa actualmente me dedico exclusivamente al arte (habiendo trabajado durante años en fotografía publicitaria). Como antropóloga vinculo ambos lenguajes, especializándome en antropología visual. Mi trayectoria docente también es en estas dos disciplinas, ya que dicté materias de Fotografía (en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA, en la Escuela de Fotografía Creativa, en el Servicio Nº 65 de Arte Terapia del Hospital J. T. Borda entre otros) como también Seminarios de Antropología Visual (Facultad de Filosofía y Letras de la UBA). Trabajé en diversos organismos (Secretaría de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Laboratorio de Políticas Públicas, Ministerio de Educación de la Nación, y también con becas y subsidios a proyectos puntuales (Beca grupal del Fondo Nacional de las Artes, subsidio a la creación del Fondo Metropolitano de la Cultura, las Artes y las Ciencias). Como antropóloga visual, mi manera de investigar es utilizando la cámara como herramienta, filmando y fotografiando aquello que me propongo conocer.

Internet y Vida Cotidiana: Mundo Locutorio

Mundo Locutorio: Investigación antropológica en el ciber
para Clarín.com
Camila Alvarez y Marián Moya
Extraído de:
http://weblogs.clarin.com/mundolocutorio/archives/2007/04/ 
El uso de Internet está transformando -entre otros varios cambios- las formas de sociabilidad. La difundida creencia que sostiene que “la conexión a Internet produce aislamiento” se derrumba: por el contrario, genera nuevos vínculos entre las personas que frecuentan estos “mundos locutorios”. Los científicos sociales (y nosotras como antropólogas) nos vemos obligados a reflexionar sobre cómo se reconfigura la vida de la gente a partir del surgimiento y popularización de la Web y sobre cómo esta reconfiguración incide en las percepciones de esas mismas personas (¡nosotros!) sobre la realidad, a partir de estos nuevos escenarios y experiencias.
HABITUÉS. Antes o después de clases, los chicos se dan una vuelta por Ciberstation, en Avellaneda.
Dos antropólogas – dos cibers : primera entrega de la investigación
Dos antropólogas desarrollaron un trabajo de investigación etnográfica (complementado con uso de video) en dos ciber-locutorios: uno emplazado en el Microcentro de la Ciudad de Buenos Aires y el otro, en el Conurbano Bonaerense (Avellaneda). ¿Por qué un locutorio/ciber? Porque son lugares de acceso público a Internet.
Los contrastes entre el ciber del Microcentro y el de Avellaneda son notables: el público usuario, el diseño y el uso del espacio hasta las formas de socialización en uno y otro lugar revelan dos mundos diferentes pero “paralelos”.
Ciber/locutorio del Microcentro

PLENA CITY.
Oficinistas (empleados y ejecutivos), estudiantes universitarios y turistas extranjeros copan el ciber. Niños y adolescentes brillan por su ausencia.
El ciber-locutorio del Microcentro está ubicado en la esquina de Leandro N. Alem y Córdoba y se ve favorecido comercialmente por ese emplazamiento privilegiado por la circulación permanente de personas y vehículos. El local cuenta con dos plantas. En la planta baja, el espacio es acotado: el apiñamiento de personas, estanterías, kiosco, mostradores, máquinas, cabinas, heladeras varias, dificulta los movimientos. Los ruidos provenientes de la calle son constantes. En el primer piso, no hay mostradores ni productos en exhibición, porque este espacio está dedicado exclusivamente a los usuarios de las computadoras. Allí los usuarios pueden encontrar una cierta tranquilidad.

Tanto en la PB como en el primer piso, las máquinas están dispuestas sobre mesas alargadas, en filas, sin separaciones de boxes o paneles entre una y otra. Hay varios empleados por turno, que desarrollan, a la par que el dueño del local, múltiples tareas en sus ajetreadas jornadas laborales (asignación de máquinas, de cabinas telefónicas, reposición de productos en las pequeñas góndolas de exhibición y heladeras, carga virtual de celulares, atención del kiosco, servicios de diseño, entre varias otras) y un continuo desfilar de clientes.

El perfil de los usuarios de Internet en este ciber/locutorio es de oficinistas (empleados y ejecutivos), estudiantes universitarios, turistas extranjeros. Llama la atención la total ausencia de chicos y adolescentes. Los costos por el uso de las máquinas son superiores en el Microcentro con respecto al ciber del Conurbano, pero en el primero los clientes no parecen preocuparse por ello. Los usos informáticos más populares en este local son e-mail, chat y consulta de páginas web (sobre temas laborales o de estudio, lectura de diarios online, “googleos”, etc.). La atmósfera general tanto dentro como fuera del local es de vértigo (se percibe en gestos, movimientos, ritmos, uso del espacio).

CIBERSTATION.
Acá son mayoría los menores de 20 años. Lo más popular: el juego en red, con el Counter-strike y el Winning Eleven a la cabeza.

Ciberstation está ubicado en la Avda. Mitre, entre 12 de Octubre y Lamadrid, a pocas cuadras de la plaza principal de Avellaneda. La Av. Mitre se caracteriza por ser el eje de una importante área comercial y por su -por momentos agobiante- circulación de transporte público, camiones, autos particulares y un mar de transeúntes. El ruido ambiente de la calle, constante y ensordecedor, penetra hasta los fondos del local. Ciberstation parece un gran galpón adaptado a las “nuevas tecnologías”.

La disposición espacial es diferente a la del ciber anterior: hay paneles que separan a las 45 máquinas entre sí. La funcionalidad de esta disposición está relacionada con el público target de Ciberstation y el uso que realizan de las computadoras. La mayoría de los usuarios son jóvenes de 12 a 20 años cuyo interés principal es el juego en red (entre los más populares están el Counter-strike y el Winning Eleven). Sin embargo, si bien dedican gran parte de su tiempo a jugar, muchos de estos adolescentes también chatean, usan el mensajero, un poco menos el e-mail, y visitan fotologs o “flogs” (esta actividad parece ser más bien “cosa de chicas”, según opinan algunos de los varones entrevistados).

Aunque el ciber aglutina especialmente a chicos y jóvenes, también público adulto frecuenta el local y pasa considerable tiempo consultando su e-mail, páginas web varias (con objetivos como leer el diario, consultar alguna dirección o buscar trabajo), y/o chateando. En ocasiones las máquinas son empleadas para escribir CVs, informes u otro escritos. El área destinada a la venta de comestibles en Ciberstation es mucho más chica que en el locutorio del Microcentro y hay sólo dos cabinas telefónicas, con escasos usuarios, y los servicios brindados por el negocio prácticamente focalizan en la atención de los clientes que usan Internet en el mismo local. En ciertas horas “pico” (mediodía o después de las 5 de la tarde), que coinciden con la salida de los chicos de la escuela, el local se llena de guardapolvos blancos y mucho bullicio, en contraste con la quietud que impera por las mañanas.



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